Nuestra psicoterapia se basa en la concepción de que los humanos construimos nuestra propia realidad y nuestros esquemas representativos del mundo. La realidad, desde este punto de vista, es inseparable de los significados específicos que crea cada persona. 

Además, le damos importancia al contexto en sentido amplio (físico, social, institucional, verbal) con el que poder analizar la forma en el que dicho ambiente influye nuestro estado físico y emocional.

Entonces, la historia que construimos es lo verdaderamente importante para nuestro proceso terapéutico; el cómo interpretamos lo que nos sucede, lo que nos decimos a nosotros y les decimos la los demás sobre nuestras reacciones. ¿Para qué utilizo este patrón de relación? ¿Para qué me ha servido anteriormente y con qué propósito me está siendo de utilidad ahora? De ahí la importancia de adaptar nuestro modelo de intervención terapéutica al mundo del consultante.

Dada nuestra amplia formación y nuestro interés en el conocimiento del psiquismo desde una perspectiva lo más amplia posible, dentro de nuestro enfoque terapéutico, integramos recursos provenientes de diferentes abordajes, tratando de buscar las similitudes entre los diferentes campos teóricos más que enfatizar sus diferencias.

Sobre estas premisas, el terapeuta, ayudará de manera colaborativa a la persona que lo demande a construir su propia historia dado un contexto específico, que le ayude a dar sentido a sus dificultades y le permita mejorar su calidad de vida, en definitiva, fomentar tu crecimiento personal.